Jessica Oswald. |
Este estudio, muestra el efecto que la pérdida de grandes mamíferos produce sobre otras especies.
Estos científicos manifiestan que es una lección del pasado que se tendría que tener en cuenta en la actualidad en el momento de tomar decisiones sobre conservación de especies, la caza y el ecosistema.
David Steadman del equipo de investigación nos advierte"No hay nada peor para un ecosistema terrestre que la pérdida de grandes mamíferos; y la pérdida de los depredadores superiores como tiburones, atunes y otros grandes peces tiene el mismo impacto negativo sobre los océanos. Estamos viendo la pérdida de leones y elefantes en partes de África, el declive de las panteras en Florida. Sin lugar a dudas, estas pérdidas tendrán un efecto dominó negativo en nuestros ecosistemas".
Un Ave extinto llamado tordo negro, Pandanaris convexa, es el ave más comúnmente presente en el yacimiento paleontológico de Térapa, en Sonora, México, a unos 240 kilómetros al sur de Arizona. Los fósiles de este pájaro son los primeros que han sido descubiertos en territorio Mexicano.
Al igual que los tordos negros modernos, esta especie lo mas probable es que se alimentara de insectos y semillas que los grandes mamíferos dejaban expuestos. Entre estos mamíferos figuraban especies de caballos, tapires, camellos, bisontes, perezosos terrestres y mamuts.
Hace cerca de 20.000 años, gran cantidad de esos grandes mamíferos se debieron de extinguir en la zona, lo que provoco que se extinguieran carroñeros como cóndores y buitres, así como tordos negros. Las extinciones masivas, pueden ocasionar una pérdida notable de especies y también cambios desastrosos en su distribución geográfica.
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