Las tropas persas asfixiaron a soldados romanos utilizando azufre, alquitrán y fuego para generar ácido sulfúrico.
Hace unos 1800 años 20 soldados romanos defendian la ciudad Dura-Europodos (ubicada en la actual Siria)
Los dos bando estaban separados por unos amplios muros de adobe que los persas intentaban derribar .Los romanos pretendían hacer una emboscada refugiandose en un túnel pero no fue una buena idea.Después de esperar a sus enemigos un espeso humo invadió el túnel y acabo con sus vidas.
Un estudio publicado en la revista American Journal of Archaeology, que analizó los restos de estos soldados, revela que estos son las primeras víctimas documentadas de la historia de un ataque con armas químicas.
Robert du Mesnil du Buisson, el arqueólogo francés que excavó la zona en los años 30, descubrió junto a los cadáveres de los romanos cristales de azufre y betún, en una fórmula petroquímica parecida al alquitrán. Su conclusión, entonces, fue que los dos ejércitos se habían topado frente a frente dentro del túnel, produciéndose una lucha donde los persas habían logrado hacer retroceder a los romanos para después prenderles fuego. Pero Simon James, historiador de la Universidad de Leicester, no quedó tranquilo con esta explicación, tras constatar que los túneles no tenían el tamaño necesario para luchar dentro de ellos y que la posición de los cuerpos no demostraba que hubieran muerto quemados.
El científico explica a LiveScience, pensó que los romanos se habían pisoteado unos a otros mientras trataban de escapar del túnel. Sin embargo, eso no explicaba los restos de cristales de azufre y betún en la fosa, ni menos los rastros de humo negro.
Después de años de investigación, James consiguió reconstruir lo que verdaderamente pasó: los persas se dieron cuenta de que los romanos habían penetrado en el túnel para emboscarlos, por lo que decidieron ocupar el mismo túnel para usar un arma no convencional en esa época. Hicieron una fogata dentro del túnel, al que luego le arrojaron alquitrán y azufre.El resultado fue Ácido sulfúrico, gas tóxico que entro en los pulmones de los soldados romanos, asfixiándolos y terminando con sus vidas. No fueron los únicos. Los restos de un soldado persa -que James cree que fue el que activó el ataque-muestran que el humo tóxico también lo alcanzó, muriendo víctima de su propia arma.
Hace unos 1800 años 20 soldados romanos defendian la ciudad Dura-Europodos (ubicada en la actual Siria)
Los dos bando estaban separados por unos amplios muros de adobe que los persas intentaban derribar .Los romanos pretendían hacer una emboscada refugiandose en un túnel pero no fue una buena idea.Después de esperar a sus enemigos un espeso humo invadió el túnel y acabo con sus vidas.
Un estudio publicado en la revista American Journal of Archaeology, que analizó los restos de estos soldados, revela que estos son las primeras víctimas documentadas de la historia de un ataque con armas químicas.
Robert du Mesnil du Buisson, el arqueólogo francés que excavó la zona en los años 30, descubrió junto a los cadáveres de los romanos cristales de azufre y betún, en una fórmula petroquímica parecida al alquitrán. Su conclusión, entonces, fue que los dos ejércitos se habían topado frente a frente dentro del túnel, produciéndose una lucha donde los persas habían logrado hacer retroceder a los romanos para después prenderles fuego. Pero Simon James, historiador de la Universidad de Leicester, no quedó tranquilo con esta explicación, tras constatar que los túneles no tenían el tamaño necesario para luchar dentro de ellos y que la posición de los cuerpos no demostraba que hubieran muerto quemados.
El científico explica a LiveScience, pensó que los romanos se habían pisoteado unos a otros mientras trataban de escapar del túnel. Sin embargo, eso no explicaba los restos de cristales de azufre y betún en la fosa, ni menos los rastros de humo negro.
Después de años de investigación, James consiguió reconstruir lo que verdaderamente pasó: los persas se dieron cuenta de que los romanos habían penetrado en el túnel para emboscarlos, por lo que decidieron ocupar el mismo túnel para usar un arma no convencional en esa época. Hicieron una fogata dentro del túnel, al que luego le arrojaron alquitrán y azufre.El resultado fue Ácido sulfúrico, gas tóxico que entro en los pulmones de los soldados romanos, asfixiándolos y terminando con sus vidas. No fueron los únicos. Los restos de un soldado persa -que James cree que fue el que activó el ataque-muestran que el humo tóxico también lo alcanzó, muriendo víctima de su propia arma.
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