Los humanos de la Edad de Piedra, tomaron aparentemente un camino sorprendentemente rápido para salir de África a través de una ruta inesperada, Arabia. Los seres humanos modernos alcanzaron la frontera oriental de Arabia, no muy lejos de las costas del suroeste de Asia, hace unos 125 000 años, según un informe de la revista Science del 28 de enero. Eso son 65 000 años antes de la fecha generalmente aceptada para la primera migración humana fuera de África.
Herramientas de piedra descubiertas en un refugio rocoso llamado Jebel Faya se asemejan a las puntas afiladas y utensilios de cortar de zonas de África Oriental de la misma época, según un equipo científico dirigido por el geógrafo Simon Armitage de la Universidad de Londres y el arqueólogo Hans-Peter Uerpmann de la Universidad de Tübingen en Alemania. Jebel Faya se encuentra en los que son ahora los Emiratos Árabes Unidos.
“Los nuevos datos de Jebel Faya revelan que los humanos modernos emigraron de África mucho antes de lo que se pensaba, ayudados por las fluctuaciones globales del nivel del mar y el cambio climático en la Península Arábiga”, dice Armitage.
Los seres humanos modernos se originaron en África Oriental hace unos 200 000 años, según las pruebas fósiles y genéticas (SN: 2/26/05, p. 141).
Los análisis de ADN de personas que viven actualmente en diferentes regiones del mundo sugieren que los humanos modernos emigraron rápidamente de África a Asia hace unos 60 000 años. La mayoría de los investigadores sospechan que esos antiguos viajeros cruzaron Oriente Medio o la costa sur de Arabia para llegar a Asia.
Muchos defensores de una salida posterior de África sospechan que una erupción masiva del Monte Toba en Indonesia hace unos 74 000 años creó un “invierno volcánico” mundial que diezmó las poblaciones de humanos modernos en África y dejó el Subcontinente Indio inhabitable durante miles de años.
Los hallazgos de Jebel Faya ponen ese escenario en tela de juicio, dice Armitage. Hace aproximadamente 130 000 años, la disminución de los niveles del mar redujo el estrecho de Bab al-Mandeb que separa África Oriental del suroeste de Arabia unos 4 kilómetros, permitiendo un paso seguro, según estiman los investigadores. Los viajeros podrían haber atravesado luego una red de lagos y ríos árabes creados por las condiciones cálidas y húmedas de esa época.
Jebel Faya se encuentra justo al otro lado del Golfo Pérsico de Irán, junto a otro estrecho donde los niveles bajos del mar habrían facilitado el paso de nuevo, dice Armitage.
Las excavaciones comenzaron en Jebel Faya en 2003. Los descubrimientos iniciales fueron de asentamientos que datan de hace entre 3 000 y 10 000 años. Después aparecieron herramientas de piedra de hace aproximadamente 38 000 años. En marzo de 2006, los investigadores empezaron a desenterrar herramientas en el refugio rocoso, que fue ocupado hace entre 100 000 y 125 000 años.
Las dataciones se basan en un método ampliamente aceptado que mide la radiación natural acumulada en los granos de arena para determinar el tiempo transcurrido desde que los granos estuvieron expuestos a la luz solar.
Otro conjunto de herramientas de piedra enterradas en sedimentos situados sobre el refugio rocoso no han sido fechadas.
Los hallazgos de Jebel Faya consisten en puntas de piedra, unos cuantos utensilios de cortar en forma de lágrima conocidos como hachas de mano y una variedad de otras rocas afiladas. Estas herramientas, en particular las puntas y las hachas de mano, se parecen mucho a artefactos de la Edad de Piedra en África de la misma época, afirman los científicos.
Hasta ahora, el sitio no ha revelado fósiles de humanos modernos.
Sin embargo, los arqueólogos familiarizados con el nuevo informe dicen que Jebel Faya proporciona una visión importante de una pronta migración de los humanos modernos hacia Arabia. Ahí es donde termina el acuerdo.
Ravi Korisettar de Karnatak University en Dharwad, India, está de acuerdo con el equipo de Armitage en que Arabia posiblemente sirvió como centro entre África y Asia durante las primeras migraciones de humanos modernos. Desde 2003, Korisettar ha codirigido las excavaciones de yacimientos de la Edad de Piedra en el sur del Valle de Jwalapuram en la India. Las herramientas de piedra de los humanos modernos encontradas allí proceden de los sedimentos por debajo y por encima de una capa de ceniza depositada por la erupción del Toba, lo que sugiere que los humanos llegaron antes de la explosión y sufrieron la devastación, dice.
Las herramientas de Jebel Faya y Jwalapuram muestran algunas similitudes, pero los hallazgos más antiguos de la India datan de poco antes de la detonación de Toba hace 74 000 años y se parecen más a utensilios africanos de esa época, sostiene Korisettar.
Sin embargo, los adaptables seres humanos podrían haber avanzado hacia Asia hace al menos 100 000 años y soportaron las afrentas del Toba, acepta John Shea, de la Stony Brook University de Nueva York. Sin embargo, las puntas de piedra de Jebel Faya son más cortas, más gruesas y menos puntiagudas que las encontradas por toda África y que comenzaron a fabricarse hace 100 000 años, afirma.
Las similitudes entre las puntas de Jebel Faya y las descubiertas en la India sugieren que el emplazamiento de Arabia podría fácilmente reflejar un antiguo movimiento hacia el oeste de asiáticos (posiblemente Homo Sapiens de la región del Golfo Pérsico) a Arabia, propone SheaStanley Ambrose, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Los fósiles anteriormente desenterrados en varias cuevas israelíes indican que los humanos modernos se trasladaron desde África hacia Oriente Medio hace unos 100 000 años, pero (ya sea porque murieron o porque volvieron a África) dejaron paso a los neandertales hace 70 000 años.
Las muestras de polen indican que la explosión del Toba desencadenó 10 000 años de frío extremo y devastación ambiental que casi acabó con el Homo Sapiens africano, afirma Ambrosio. Los humanos modernos supervivientes después de la explosión colonizaron Asia, en su opinión.
Paul Mellars, de la Universidad de Cambridge está de acuerdo con ese escenario. Pero al igual que Shea, que ve críticos el tamaño y las diferencias de forma entre las herramientas de piedra de Jebel Faya y las africanas, poniendo en duda los orígenes africanos de los fabricantes de herramientas de Arabia. “Estos hallazgos árabes son demasiado ambiguos para decir lo que sucedía con los movimientos humanos fuera de África”, comenta Mellars.
Si los descubrimientos de Arabia indican una señal de la migración humana temprana a Asia, entonces las excavaciones de yacimientos de la Edad de Piedra en Irán deben aportar herramientas similares, predice Shea. El actual clima político de Irán, sin embargo, dificulta el trabajo, dice.
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