Los templos egipcios con su orientación estelar son un misterio para expertos en arqueo astronomía, como Por ejemplo el español Juan Antonio Belmonte, que lleva años haciendo estudios sobre la pasión del Antiguo Egipto por orientar sus templos hacia las estrellas.
Juan A. Belmonte, presidente de la Sociedad Europea de Astronomía Cultural (SEAC), es parte de un selecto club mundial de decenas de investigadores interesados en descubrir el porque de la orientación estelar de los monumentos antiguos, tanto en Egipto como en algunas otras civilizaciones antiguas.
Esta ciencia que comenzó a desarrollarse en serio a partir de los años ochenta, y desde entonces cada vez que se abre una puerta para descubrir un misterio aparecen muchas puertas más.
"Es un paradigma universal. Quedan muchas cosas por hacer", dijo Belmonte en entrevista a Efe, en la que explico las investigaciones que ha hecho en Egipto en los últimos siete años y su proyección en culturas como la maya o la inca.
La gran pasión del Antiguo Egipto por orientar sus monumentos de acuerdo con las estrellas comenzó en los inicios de esa civilización, con unos patrones que se han reproducido durante tres mil años.
"Las primeras estructuras orientadas son las tumbas de los propios faraones. Los reyes de las primeras dinastías muestran un cierto patrón de orientación, por motivos religiosos", agregó.
Los templos Egipcios no es sólo una mina inagotable en ese sentido, sino que, además, ha permitido descubrir que templos como el de Karnak, la ubicación del cual tuvo en cuenta el paisaje (el curso del Nilo), la orientación hacia el solsticio y el comienzo del antiguo calendario, que tenía sólo 365 días, sin el día extra por los años bisiestos.
"Es absolutamente espectacular la posibilidad de que el Vaticano de los antiguos egipcios se construyera en un emplazamiento elegido de forma deliberada, con motivos de astronomía y paisaje. Eso me fascina", añadió Belmonte.
La civilización antigua de Egipto produjo una combinación "muy sugerente y espectacular" que es posible permita confirmar ideas similares en el imperio Inca o en Mesopotamia, aunque en esta última región, la investigación es mas difícil.
"En Mesopotamia (la actual Irak) en los últimos veinte años no paran de darse tortazos", se lamenta Belmonte.
El investigador Belmonte, que visita Egipto para dar una serie de conferencias y revisar un proyecto sobre la orientación de los templos coptos, los antiguos egipcios tuvieron una especial predilección por constelaciones como "Mesjetiu", equivalente al carro en la Osa Mayor, en la que ellos veían representada la pierna de un toro y una azada.
"'Mesjetiu' -añadió- fue la más importante de las estrellas imperecederas (siempre están presentes en el firmamento). Esta constelación era tan importante que se usó para orientar los templos y las pirámides en la línea meridiana".
También se rindió culto a la estrella Sirio, el astro de la diosa Isis, cuyo orto heliaco (primera aparición en el horizonte) permitió anticipar las crecidas del Nilo y suplantar los errores de un calendario que, al no contar con un día extra cada cuatro años, se desajustaba con el tiempo.
"Su calendario iba como les daba la gana, y nunca hicieron nada por cambiarlo en tres mil años de historia, y tuvo que llegar Augusto y cambiarlo por narices", añadió Belmonte.
Aparte de esa afición estelar de los egipcios antiguos, no se puede verificar que sus conocimientos de astronomía fueran superiores a otras culturas como la de los mayas, "que eran unos obsesos del tiempo".
La civilización Maya, por ejemplo, supieron predecir los eclipses, mientras que en el Antiguo Egipto no hay una sola referencia al respecto.
Para finalizar Belmonte añadió:"No sabemos si directamente los ignoraban porque eran eventos malos. Ciertos cambios dinásticos pueden estar asociados a cambios del sol, pero nadie ha hecho un estudio serio".
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