Los astrónomos notaron que un asteroide llamado Scheila se ilumino de manera inesperada en diciembre del 2010, incluso se pudo observar una estela durante un corto periodo de tiempo. Varias investigaciones han llegado a la misma conclusión: Todo parece apuntar a que los cambios producidos en Scheila se debieron a que el asteroide recibió el impacto de otro asteroide de dimensiones bastante más pequeñas.
Los cuerpos rocosos o asteroides son considerados como "material sobrante" de la formación del sistema solar hace cerca 4.600 millones de años, y de la evolución inicial.
Existen millones de rocas que orbitan alrededor del Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter, en el cinturón principal de asteroides. Scheila tiene aproximadamente un centenar de kilómetros de diámetro medio y completa una vuelta alrededor del Sol cada cinco años.
Un grupo científico supervisado desde la Universidad de Maryland, incluyendo a Dennis Bodewits y Michael Kelley, investigo los trozos de material desprendido del asteroide, utilizando para ello el satélite Swift de la NASA.
Un equipo de investigación a parte, encabezado por David Jewitt y otros expertos de la Universidad de California en Los Ángeles, usó el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para estudiar la colisión de los asteroides.
Los datos obtenidos en las investigaciones han permitido que los científicos deducieran que el asteroide mas pequeño, de unos 30 metros de diámetro y que era desconocido, impactó a una velocidad cerca de 18.000 kilómetros a la hora contra la superficie de Scheila, en un ángulo de menos de 30 grados, dejando un cráter de unos 300 metros de diámetro. Los investigadores estiman que el choque expulsó más de 660.000 toneladas de polvo.
La espectacular nube de polvo alrededor del asteroide Scheila podría ser 10.000 veces más masiva que la expulsada del cometa Tempel 1 durante la misión Deep Impact (Impacto Profundo) de la NASA, que, como el nombre nos dice, consistió en hacer impactar a una velocidad de 10,2 kilómetros por segundo un proyectil de unos 370 kilogramos de peso contra el cometa, para investigar los efectos y averiguar algunas características físicas y químicas del astro. La energía desprendida por el impacto fue como una pequeña bomba atómica de casi 5 kilotones de potencia. La Universidad de Maryland, también intervino de manera bastante destacada en aquel experimento.
Los cuerpos rocosos o asteroides son considerados como "material sobrante" de la formación del sistema solar hace cerca 4.600 millones de años, y de la evolución inicial.
Existen millones de rocas que orbitan alrededor del Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter, en el cinturón principal de asteroides. Scheila tiene aproximadamente un centenar de kilómetros de diámetro medio y completa una vuelta alrededor del Sol cada cinco años.
Un grupo científico supervisado desde la Universidad de Maryland, incluyendo a Dennis Bodewits y Michael Kelley, investigo los trozos de material desprendido del asteroide, utilizando para ello el satélite Swift de la NASA.
Un equipo de investigación a parte, encabezado por David Jewitt y otros expertos de la Universidad de California en Los Ángeles, usó el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para estudiar la colisión de los asteroides.
Los datos obtenidos en las investigaciones han permitido que los científicos deducieran que el asteroide mas pequeño, de unos 30 metros de diámetro y que era desconocido, impactó a una velocidad cerca de 18.000 kilómetros a la hora contra la superficie de Scheila, en un ángulo de menos de 30 grados, dejando un cráter de unos 300 metros de diámetro. Los investigadores estiman que el choque expulsó más de 660.000 toneladas de polvo.
La espectacular nube de polvo alrededor del asteroide Scheila podría ser 10.000 veces más masiva que la expulsada del cometa Tempel 1 durante la misión Deep Impact (Impacto Profundo) de la NASA, que, como el nombre nos dice, consistió en hacer impactar a una velocidad de 10,2 kilómetros por segundo un proyectil de unos 370 kilogramos de peso contra el cometa, para investigar los efectos y averiguar algunas características físicas y químicas del astro. La energía desprendida por el impacto fue como una pequeña bomba atómica de casi 5 kilotones de potencia. La Universidad de Maryland, también intervino de manera bastante destacada en aquel experimento.
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