La reunión anual de la American Association for the Advancement of Science -Asociación Americana para el Avance de la Ciencia- ha sido una constante fuente de interesante información en los últimos días. Allí se dijo que en las personas bilingües que sufren de Alzheimer los síntomas avanzan más lentamente que en las personas que sólo hablan un idioma. También se expuso que el número de anchoas, sardinas y capelanes ha aumentado gracias a la ausencia de sus depredadores. Y ahora los científicos nos dicen que para 2050, la Tierra podría ser desconocida debido a la demanda de una población cada vez más grande.
Varios científicos presentes en la reunión de la AAAS han elaborado un retrato del planeta y de la vida en él para dentro de 39 años, un futuro nada lejano. Jason Clay, del Fondo Mundial para la Naturaleza, dijo que para alimentar a la población en el 2050 -Naciones Unidas estima que será de nueve mil millones de personas- será necesario producir tanta comida en los próximos 40 años como la que ha sido producida en los pasados ocho mil años.
El ingreso de las familias también aumentará en los próximos 40 años, lo que añadirá más presión sobre los suministros mundiales de alimentos: las personas tienden a consumir, por ejemplo, más carne, cuando tienen más dinero. Como Clay expone: más personas, más dinero, más consumo, pero el mismo planeta. De acuerdo con The Sydney Morning Herald, los expertos en población pidieron más fondos para los programas de planificación familiar, para ayudar a controlar el crecimiento de la población especialmente en las naciones en desarrollo.
Los recursos son ya escasos y la lista la encabeza el agua. Pero hay más. Para producir medio kilogramo de carne hacen falta 3,4 kilogramos de grano. Cambiar la forma en la que son producidos los alimentos es clave para garantizar la seguridad alimentaria. Entre la opción ecológica, orgánica y biodinámica, menos nociva para el suelo, y la opción transgénica, aparentemente más productiva, el debate está servido.
El control de la natalidad es un tema delicado, que levanta ampollas en muchos sectores, pero que también tiene el apoyo, cada vez más institucionalizado, de personalidades respetadas. Entre ellos el Optimum Population Trust, una organización abocada a la concienciación sobre la importancia de tener máximo dos hijos, tanto para el medio ambiente como para nuestra supervivencia, apoyada por Sir David Atenborough y Jane Goodall.
Incluso Naciones Unidas, en un informe publicado este año, advirtió que la tasa de crecimiento de la población debe ser ralentizada para ser sostenible. Para ello, la fertilidad debe caer por debajo del “nivel de reemplazo” -el nivel de fertilidad en el que una población se sustituye de una generación a la siguiente- y mantenerse así por un período prolongado.
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