Existen algunos casos en los que supuestas personas abducidas por extraterrestres, tenían en alguna parte de su cuerpo algún tipo de implante minúsculo de extraño o desconocido origen.
No se sabe exactamente cual es la función para la cual son introducidos estos diminutos objetos en el cuerpo de los abducidos. Las hipótesis que se barajan son varias y las que más fuerza parecen tener, son las que hablan de sistemas de rastreo o almacenaje de información sobre las actividades del abducido, de esta forma los extraterrestres tendrían información sobre nuestro comportamiento, conducta y hábitos de la vida cotidiana. La variedad terrestre sería el marcado de animales que los humanos hacemos para conocer los mismos datos en colonias de animales en vías de extinción o simplemente para conocer mejor sus conductas en sus respectivos hábitats.
Existen algunas teorías algo más "negativas" que hablan de sistemas de control neuronal, método que podrían usar los visitantes para lograr sus fines de control político, social o ideológico sobre nuestra sociedad, de este modo el abducido se comportaría como una persona normal, pero en determinados momentos el implante actuaría como neurotransmisor y enviaría unas ordenes que el sujeto obedecería consiguiendo que los alienígenas influyeran de una forma directa en nuestra sociedad.
La pregunta ¿Cómo se Localizan? Pues lo más sorprendente de dichos implantes es que no causan ningún tipo de rechazo en los tejidos del individuo que lo lleva, por lo general al ser introducido un objeto extraño en el organismo este reacciona de forma natural con un rechazo de este, provocando inflamación, infección, fibrosis o recubrimientos quísticos. Pero en ningún caso de implantes alienígenas se han encontrado esos efectos, así mismo también se han encontrado inexplicables cicatrizaciones donde anteriormente no existían el día anterior. Por lo general la única forma de localizar estos implantes es por medio de pequeñas marcas o cicatrices que aparecen misteriosamente después de ser abducidos los individuos. Se han encontrado algunos implantes tras realizar escáner y sin mostrar ningún tipo de marca cutánea.
Algunos Casos Estudiados como el del doctor Roger Leir creador de la Fundación para la Investigación Interactiva y la Tecnología Espacial (FIRST) y el hipnólogo Derrel Sims, investigador experto de la temática ovni y también fundador de FIRST, realizaron varias operaciones quirúrgicas junto con un equipo de médicos. Las primera extracciones de "implantes" tuvo lugar el 19 de agosto de 1995 en la clínica de Roger Leir en Mil Robles. Según pudo comprobarse gracias a los rayos X, Pat Parrinellio, un hombre de 47 años, y Mary Jones, de 52 años, ambos de Houston (Tejas), tenían alojados en sus cuerpos unos extraños objetos diminutos, pero ninguno de ellos recordaba haber sido operado con anterioridad. Los dos casos fueron investigados por Derrel Sims, quien, basándose en los encuentros con ovnis o extraterrestres que dichas personas habían tenido en el pasado, los remitió a Roger Leir para que les explorara y les operara. A Pat se le extrajeron objetos de la espalda y la mano izquierda y a Mary del pulgar de su pie izquierdo.
Los implantes extraídos de la primera serie de intervenciones quirúrgicas fueron estudiados por dos patólogos y luego enviados a varios laboratorios independientes para su análisis. En las pruebas se evaluó la patología del tejido, se hizo una espectroscopia con láser y se realizaron diversas pruebas metalúrgicas que incluían medidas de la densidad por inmersión, radiografías, microscopia electrónica, rayos X, así como estudio de las propiedades electromagnéticas y pruebas de fluorescencia. Todos estos ensayos se realizaron en el Instituto Nacional del Descubrimiento de la Ciencia (NIDS) de Nuevo México, así como en otros laboratorios independientes. Mientras que dichos objetos anómalos estaban siendo analizados, se estaban realizando otra serie de extracciones quirúrgicas de implantes que tuvo lugar el 18 de mayo de 1996. Las dos mujeres que protagonizaron esta segunda tanda de operaciones se ofrecieron para ser entrevistadas y someterse a investigación. A la mujer Debbie O., de 61 años residente en Lancaster (California) y a Susie Adams, de 40 años, les fueron sustraídos objetos similares de la parte inferior de la pierna izquierda. A Licia Davidson, de 37 años, que ha tenido numerosos encuentros con Ovnis y Entes, se le extrajo del pie en enero de 1997 un extraño objeto de aspecto cristalino. "Los descubrimientos que se hicieron como resultado de las intervenciones quirúrgicas son muy extraños.
En todos los casos prácticamente no hubo inflamación", informó Roger Leir. Esta reacción no es habitual cuando hay tejidos ajenos al organismo. Normalmente, los cuerpos extraños incrustados en los tejidos suelen provocar algún tipo de inflamación crónica, además de fibrosis y formación de quistes. Pero esto no ocurrió en estos casos. Los informes posteriores a las dos primeras intervenciones revelaron que los objetos metálicos estaban recubiertos por una membrana gris densa y muy resistente, constituida por queratina, himosiderina y coágulo proteínico. Más claro, se trataba de proteína de sangre y células que se encuentran en la capa superficial de la piel. Los resistentes "capullos" biológicos que recubrían los implantes también contenían células nerviosas de un tejido que no se encuentra en esta zona del cuerpo. Dichas formaciones despedían un verde y brillante brillo con una fuente de luz ultravioleta. Los implantes presentes en las dos mujeres de la segunda serie de intervenciones no poseían propiedades metálicas como los de la primera. De hecho, se trataba de objetos blanquecinos y esféricos que no contenían las resistentes cubiertas biológicas de los anteriores y tampoco brillaban con luz ultravioleta. Según los informes patológicos, estos implantes, posiblemente biológicos, tampoco produjeron inflamaciones.
El objeto de aspecto cristalino sustraído del pie en la intervención más reciente tampoco estaba lo cubría ninguna membrana exterior gris y correosa y apenas produjo la inflamación observada en las demás extracciones. Los resultados de los exámenes emprendidos sobre la primera serie de implantes revelaron que los objetos metálicos con forma de aguja eran de origen meteórico y contenían al menos once elementos diferentes. En una entrevista publicada en la revista Alien Encounter Magazine (Reino Unido), Derrel Sims hacía mención al hecho de que el organismo de estas personas no hubiera experimentado rechazo hacia los implantes: "Daba la sensación que esa densa membrana fibrosa formara parte de la propia superficie de la piel, como si los objetos metálicos hubieran estado envueltos en una funda de queratina. Las fibras nerviosas recubrían el tejido y parecían estar unidas a los nervios".
No se sabe exactamente cual es la función para la cual son introducidos estos diminutos objetos en el cuerpo de los abducidos. Las hipótesis que se barajan son varias y las que más fuerza parecen tener, son las que hablan de sistemas de rastreo o almacenaje de información sobre las actividades del abducido, de esta forma los extraterrestres tendrían información sobre nuestro comportamiento, conducta y hábitos de la vida cotidiana. La variedad terrestre sería el marcado de animales que los humanos hacemos para conocer los mismos datos en colonias de animales en vías de extinción o simplemente para conocer mejor sus conductas en sus respectivos hábitats.
Existen algunas teorías algo más "negativas" que hablan de sistemas de control neuronal, método que podrían usar los visitantes para lograr sus fines de control político, social o ideológico sobre nuestra sociedad, de este modo el abducido se comportaría como una persona normal, pero en determinados momentos el implante actuaría como neurotransmisor y enviaría unas ordenes que el sujeto obedecería consiguiendo que los alienígenas influyeran de una forma directa en nuestra sociedad.
La pregunta ¿Cómo se Localizan? Pues lo más sorprendente de dichos implantes es que no causan ningún tipo de rechazo en los tejidos del individuo que lo lleva, por lo general al ser introducido un objeto extraño en el organismo este reacciona de forma natural con un rechazo de este, provocando inflamación, infección, fibrosis o recubrimientos quísticos. Pero en ningún caso de implantes alienígenas se han encontrado esos efectos, así mismo también se han encontrado inexplicables cicatrizaciones donde anteriormente no existían el día anterior. Por lo general la única forma de localizar estos implantes es por medio de pequeñas marcas o cicatrices que aparecen misteriosamente después de ser abducidos los individuos. Se han encontrado algunos implantes tras realizar escáner y sin mostrar ningún tipo de marca cutánea.
Algunos Casos Estudiados como el del doctor Roger Leir creador de la Fundación para la Investigación Interactiva y la Tecnología Espacial (FIRST) y el hipnólogo Derrel Sims, investigador experto de la temática ovni y también fundador de FIRST, realizaron varias operaciones quirúrgicas junto con un equipo de médicos. Las primera extracciones de "implantes" tuvo lugar el 19 de agosto de 1995 en la clínica de Roger Leir en Mil Robles. Según pudo comprobarse gracias a los rayos X, Pat Parrinellio, un hombre de 47 años, y Mary Jones, de 52 años, ambos de Houston (Tejas), tenían alojados en sus cuerpos unos extraños objetos diminutos, pero ninguno de ellos recordaba haber sido operado con anterioridad. Los dos casos fueron investigados por Derrel Sims, quien, basándose en los encuentros con ovnis o extraterrestres que dichas personas habían tenido en el pasado, los remitió a Roger Leir para que les explorara y les operara. A Pat se le extrajeron objetos de la espalda y la mano izquierda y a Mary del pulgar de su pie izquierdo.
Los implantes extraídos de la primera serie de intervenciones quirúrgicas fueron estudiados por dos patólogos y luego enviados a varios laboratorios independientes para su análisis. En las pruebas se evaluó la patología del tejido, se hizo una espectroscopia con láser y se realizaron diversas pruebas metalúrgicas que incluían medidas de la densidad por inmersión, radiografías, microscopia electrónica, rayos X, así como estudio de las propiedades electromagnéticas y pruebas de fluorescencia. Todos estos ensayos se realizaron en el Instituto Nacional del Descubrimiento de la Ciencia (NIDS) de Nuevo México, así como en otros laboratorios independientes. Mientras que dichos objetos anómalos estaban siendo analizados, se estaban realizando otra serie de extracciones quirúrgicas de implantes que tuvo lugar el 18 de mayo de 1996. Las dos mujeres que protagonizaron esta segunda tanda de operaciones se ofrecieron para ser entrevistadas y someterse a investigación. A la mujer Debbie O., de 61 años residente en Lancaster (California) y a Susie Adams, de 40 años, les fueron sustraídos objetos similares de la parte inferior de la pierna izquierda. A Licia Davidson, de 37 años, que ha tenido numerosos encuentros con Ovnis y Entes, se le extrajo del pie en enero de 1997 un extraño objeto de aspecto cristalino. "Los descubrimientos que se hicieron como resultado de las intervenciones quirúrgicas son muy extraños.
En todos los casos prácticamente no hubo inflamación", informó Roger Leir. Esta reacción no es habitual cuando hay tejidos ajenos al organismo. Normalmente, los cuerpos extraños incrustados en los tejidos suelen provocar algún tipo de inflamación crónica, además de fibrosis y formación de quistes. Pero esto no ocurrió en estos casos. Los informes posteriores a las dos primeras intervenciones revelaron que los objetos metálicos estaban recubiertos por una membrana gris densa y muy resistente, constituida por queratina, himosiderina y coágulo proteínico. Más claro, se trataba de proteína de sangre y células que se encuentran en la capa superficial de la piel. Los resistentes "capullos" biológicos que recubrían los implantes también contenían células nerviosas de un tejido que no se encuentra en esta zona del cuerpo. Dichas formaciones despedían un verde y brillante brillo con una fuente de luz ultravioleta. Los implantes presentes en las dos mujeres de la segunda serie de intervenciones no poseían propiedades metálicas como los de la primera. De hecho, se trataba de objetos blanquecinos y esféricos que no contenían las resistentes cubiertas biológicas de los anteriores y tampoco brillaban con luz ultravioleta. Según los informes patológicos, estos implantes, posiblemente biológicos, tampoco produjeron inflamaciones.
El objeto de aspecto cristalino sustraído del pie en la intervención más reciente tampoco estaba lo cubría ninguna membrana exterior gris y correosa y apenas produjo la inflamación observada en las demás extracciones. Los resultados de los exámenes emprendidos sobre la primera serie de implantes revelaron que los objetos metálicos con forma de aguja eran de origen meteórico y contenían al menos once elementos diferentes. En una entrevista publicada en la revista Alien Encounter Magazine (Reino Unido), Derrel Sims hacía mención al hecho de que el organismo de estas personas no hubiera experimentado rechazo hacia los implantes: "Daba la sensación que esa densa membrana fibrosa formara parte de la propia superficie de la piel, como si los objetos metálicos hubieran estado envueltos en una funda de queratina. Las fibras nerviosas recubrían el tejido y parecían estar unidas a los nervios".
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