Ni la prohibición de la Junta Electoral Provincial, ni la fuerte presencia policial, ni el chaparrón que mojó la madrileña Plaza del Sol a última hora de la tarde han impedido que miles de personas se dieran cita de nuevo en el centro de Madrid. Con el objetivo de cambiar el sistema político y económico en España, las calles aledañas a Sol comenzaban a inundarse a partir de las 7 de la tarde.
"Menos policía y más educación" o "España, escucha, esta es nuestra lucha" han cantado los asistentes a la concentración, que había sido convocada para las 20 horas de este miércoles. Las críticas contra la banca, contra los partidos políticos, contra la corrupción han tomado la plaza plasmadas en cada pancarta y cada lema. Sin embargo, un grito se repetía cada vez con más fuerza: "No pasarán, ni nos moverán".
Pese a la prohibición de la Junta y el rumor de que la policía impediría el acceso a la plaza, la gente ha continuado llegando a Sol hasta pasadas las 10.30 de la noche. "Acabo de salir del trabajo y no me lo quería perder. Ya era hora que se viera el cabreo que tenemos todos con lo que está pasando", ha explicado María Rosa a ELMUNDO.es. "Me refiero a la solución que están dando a la crisis los políticos haciéndonos creer que la tenemos que pagar nosotros".
Los efectivos de los 15 vehículos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) desplegados en la zona han recibido a última hora de esta tarde la orden de Delegación del Gobierno de no desalojar ni cargar contra los manifestantes. Para acceder a la plaza el único requisito, y sólo para algunos, era mostrar el contenido de bolsos y mochilas, o identificarse antes de traspasar la barrera policial.
La policía ha asegurado que si tuviera que intervenir, la primera de las advertencias consistiría en avisar a los representantes del movimiento; la segunda, trasladar el aviso al resto de la plaza; y en tercer lugar, desplegar los medios y los efectivos. De hecho, aunque no hay orden de actuación, la UIP permanecerá esta noche en alerta.
Sin embargo esta noche, nadie parecía querer quedarse fuera pese a la presencia policial y que cada minuto resultaba más difícil ocupar un hueco entre la marea humana. Jóvenes, jubilados, solitarios o familias completas, entre otros muchos, han querido formar parte de la movilización. "Yo empecé el domingo con la primera manifestación, regresé el lunes y de aquí no me mueven. Queremos un cambio real", ha contado un portavoz de la Asamblea constituida entre los miembros del ya denominado Movimiento 15 de Mayo.
El desencanto de la sociedad
Con un ambiente festivo, los concentrados en Sol intentan mostrar a España que "se puede cambiar este mundo por uno mejor", considera Mario Ruiz. "A través de internet con la ayuda de las redes sociales se ha montado todo esto. Ha salido a la luz todo el agotamiento y el desencanto de la sociedad", ha afirmado entusiasmado.
Mochilas, sacos de dormir, colchones, cartones e, incluso, sofás se agolpan bajo las lonas que cubren la plaza. La intención es mantener la acampada, aunque los concentrados vayan pasando por el lugar de forma intermitente. Siete baños privados de casas cercanas a Sol y cuatro públicos han abierto sus puertas a los 'indignados'. "Sólo nos han pedido que llevemos papel higiénico y que cuidemos la limpieza", explica una joven acampada en el lugar.
Por la comida, de momento, tampoco hay problema. Esta tarde, se vieron obligados a colgar el cartel en el que advertían que estaban servidos. Aunque sí se han pedido latas de conserva. La mayoría de las provisiones las están facilitando los vecinos de la zona. Para hacer frente al frío nocturno, algunos padres también se han ofrecido a poner su granito de arena. "Vengo a traerle a mi hija una manta que está metida en todo el follón", ha declarado una mujer. "Y me parece muy bien, porque España no puede seguir así", ha aclarado.
Hasta ahora, la organización dentro del campamento se abre paso entre algunas discrepancias y dosis grandes de buena voluntad. Las diferentes comisiones constituidas no han parado ni un segundo durante el día. La de alimentación y limpieza, abasteciendo de comida y bebidas a los asistentes que lo solicitaran, limpiando y fomentando un gestión adecuada de la basura. La comisión de comunicación ha informado con cierta regularidad a los medios de las actividades previstas. Y la caseta de asesoramiento legal ha explicado el significado de la prohibición de la Junta Electoral de Madrid. Todo indica que la protesta promete prolongarse en el tiempo.
Fuente: Elmundo
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